lunes, 6 de enero de 2014

No es

No son los gritos que afinan el diapasón de mis oídos cuando gozas,
ni la elasticidad salvaje con que escalas los peldaños de mis ganas.

No es tu aletear por dentro cuando se lanzan al vuelo tus manadas,
ni la gloria de escribirte los poemas que te tocarán cuando te tocas.

No es tu abrazo de koala que me libera como nunca si me atrapas,
ni el color imposible de tus ojos al correrte con furia de cascada.

No es la espalda en la que tallo con mordiscos mis mejores palabras,
ni siquiera el placer casi culpable que me regalan tus mamadas.

No es tu coño, al que dedicarle con la lengua mil sonetos y eso intento,
ni esa forma de abrir las piernas como si llevaran - y me llevan- al cielo.

Es que te duele la tripa y quisiera ser cirujano, curandero y enfermero,
Y hasta  deja de importarme la crisis mundial si te lastimas un dedo.

No es sólo que cada vez que entre en ti me sienta nuevo de nuevo,
ni que tenerte boca abajo sea cabalgar sobre un cometa en celo.

Es algo mucho peor, para lo que no existen pócimas ni placebos,
Lo siento por ti, querida mía: pero mucho me temo, que te quiero.

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